lunes, 18 de julio de 2016

Frena la Manera

Un día entré a ese lugar y no te vi,
te sentí.
Te sentí tanto que recién te vi.
Vi tus ojos, tu sonrisa, tus gestos, tu esencia,
y confié.
Confié en los gritos de mi latir.
Intenté buscarte.
Te encontré y te redescubrí.
Te vi sentado frente a mí,
impreciso, indeciso, concentrado,
con lentes, sin lentes.
Caminé contigo y volví a sentirte sin mirarte.
Luego te miré,
y ese instante me di cuenta que estaba dispuesta a amarte en tus peores tormentas como en tus brillantes primaveras.
Y tú?
N.H

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